¿En qué consisten los informes de consolidación?
La consolidación financiera consiste en recopilar los datos económicos de diferentes empresas, departamentos o actividades empresariales que forman parte de un mismo grupo o entidad para presentarlos de manera agregada en los estados financieros y poder tener así una visión completa del mismo.
A medida que las empresas crecen, tienden a expandirse de diversas maneras, ya sea diversificando sus actividades, abriendo sucursales o empresas subsidiarias en otras localizaciones, o participando en operaciones de fusión o adquisición de otras compañías. Estas actividades suelen tener como resultado la creación de estructuras empresariales complejas (como las estructuras holding), formando grupos o conglomerados económicos en los que unas entidades subsidiarias mantienen cierto nivel de independencia operativa, pero dependen económica y/o gubernativamente de una matriz.
Es en estos casos donde se hace imprescindible una labor de consolidación de datos en la que se combinen los asientos contables de las distintas empresas o entidades subsidiarias en un mismo documento. De esta manera, el informe de consolidación proporciona información precisa sobre el estado financiero de una organización que engloba distintas actividades, lo que contribuye a tomar decisiones de negocio informados sobre el conjunto del conglomerado empresarial.
Y es que un informe de consolidación permite identificar, por ejemplo, oportunidades de ahorro de costes y eficiencia operativa, eliminar redundancias y agilizar determinados procesos, pero también planificar mejor la estrategia empresarial del grupo a largo plazo. Los estados financieros consolidades ofrecen una información más completa y transparente a todas las partes interesadas, no solo a los comités de dirección, sino también a los inversores y los reguladores.
En la Unión Europea, un grupo está obligado a elaborar estados financieros consolidados cuando se trate de una empresa cotizada o cuando supere determinados umbrales en cuanto a volumen de negocio, balance anual o número de empleados. Además, la Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) exigen la presentación de estados financieros consolidados a todas las empresas matrices que controlen una o más empresas subsidiarias.
Elaboración de informes de consolidación
A la hora de preparar los informes de consolidación es importante conocer el quién, cómo y cuándo de su elaboración:
Por norma general, los encargados de elaborar los informes de consolidación son los responsables de contabilidad y finanzas de la empresa matriz con la colaboración imprescindible de los responsables de contabilidad de las empresas filiales, pero los encargados de esta labor necesitan a menudo la ayuda de firmas de servicios profesionales, es decir, consultores de contabilidad externos expertos en consolidación financiera o, en su caso, servicios de externalización de la contabilidad que llevan a cabo la labor completa a partir de la información recopilada en todo el grupo.
Por su parte, los auditores externos serán los encargados de revisar los estados financieros consolidados y certificar que cumplen con los requisitos legales y las normas contables.
La consolidación financiera entre las entidades de un grupo se produce al cierre de determinados periodos contables. Como norma general se debe realizar una consolidación al cierre de un ejercicio fiscal, pero también resultan de gran utilidad las consolidaciones al final de cada trimestre para controlar la evolución del grupo durante el ejercicio o incluso cada mes.
El primer y fundamental paso para la consolidación financiera es la recopilación de datos de todas las subsidiarias, es decir, activos, transacciones, pagos, deudas, y en definitiva toda la información que se recoge en los libros contables de una compañía.
Durante este proceso, uno de los aspectos fundamentales de la consolidación financiera cuando se trata de compañías multinacionales, consiste en la correcta conversión de divisas con la tasa de cambio adecuada y el registro de pérdidas y ganancias resultantes de la conversión.
Otro aspecto fundamental consiste en garantizar la coherencia contable entre las distintas subsidiarias y la matriz, es decir, dar uniformidad a la manera en la que se contabilizan determinados asientos. Esto, a menudo requiere de ajustes y reclasificaciones en los informes de consolidación.
Por otra parte, al presentar los ingresos y gastos del grupo como un todo, han de eliminarse las denominadas “transacciones intercompañía”, nombre con que se conoce a las operaciones realizadas entre las distintas subsidiarias, o entre las filiales y la matriz, para evitar distorsionar la posición financiera del grupo.
Para realizar todos estas tareas es habitual utilizar software especializado que facilite la automatización de la contabilidad agilizando los ajustes necesarios. Y sobre todo es habitual y recomendable contar con la ayuda de expertos. La firma de servicios de contabilidad y auditoría MOORE España tiene amplia experiencia asesorando, elaborando y auditando informes financieros consolidados para garantizar que sus empresas cliente cuenten con información veraz y completa del estado financiero del grupo.