La planificación fiscal o tax planning es una estrategia elaborada por expertos en asesoría fiscal para optimizar la carga tributaria de una empresa, pero también para mejorar la rentabilidad de sus inversiones y evitar riesgos financieros o sanciones.

La estrategia de planificación fiscal consiste en un plan anual o plurianual elaborado a medida de la empresa y que combina una serie de métodos de trabajo, decisiones de negocio y  acciones puntuales —siempre cumpliendo con la normativa vigente— que tomadas en conjunto y a lo largo de un amplio periodo de tiempo, favorecen el balance fiscal de una compañía.

El rango temporal adquiere gran importancia, ya que existe cierta tendencia a realizar operaciones tácticas en los últimos meses del año, cuando se acerca el final del ejercicio fiscal para la mayoría de empresas y hay urgencia por cuadrar las cuentas y cerrar el año contable y fiscal. Sin embargo, la mejor manera de llevar a cabo esta tarea es con una estudiada previsión a lo largo de todo el año e incluso a más largo plazo.

La carga fiscal de una empresa se calcula, en términos generales, deduciendo los gastos de los ingresos y aplicando al resultado el porcentaje correspondiente del impuesto de sociedades. Sin embargo, la regulación fiscal es mucho más compleja y hay muchos aspectos que afectan de distintas maneras a la carga fiscal de una compañía. Es por esto por lo que se requiere de un conocimiento especializado en materia fiscal y una visión de conjunto para sacar el máximo partido a las opciones que cada legislación ofrece, e incluso los resquicios y lagunas que puedan existir.

Ventajas de la planificación fiscal o tax planning

Las ventajas de este método de trabajo son numerosas, ya que una adecuada planificación fiscal permite detectar con antelación las ventajas y riesgos tributarios derivados de la puesta en marcha de nuevos negocios, productos o servicios. Gracias a la planificación fiscal, una asesoría tributaria puede elaborar distintos escenarios con sus diferentes implicaciones impositivas en el momento de tomar decisiones empresariales y, del mismo modo, la planificación permite conocer todos los riesgos de índole fiscal que implican la toma de una decisión, así como las recomendaciones y acciones que deben emplearse para minimizarlos.

De esta manera, una exhaustiva planificación fiscal puede ayudar a tomar decisiones que afectan a la compañía en diversos aspectos, como por ejemplo:

• El lugar donde establecer la sede de una empresa y sus sucursales o dónde comprar materias primas según la carga fiscal internacional y los convenios de doble imposición.
• El tipo de sociedad o estructura económica a establecer.
• El tipo de actividad que tiene más ventajas o riesgos fiscales a la hora de ampliar el negocio.
• El ejercicio fiscal en que conviene imputar determinados ingresos, inversiones o pérdidas.
• Las ayudas o subvenciones que conviene solicitar y cómo declararlas.
• El tipo de donaciones más ventajosas o las actividades sociales que conviene patrocinar.
• El perfil de empleados que conviene contratar y qué beneficios a los empleados conviene establecer.

El departamento de Asesoramiento Tributario de MOORE España basa su trabajo en la planificación fiscal para optimizar la carga impositiva de sus clientes empresa con una estrategia anticipada en función de las características de cada sociedad, su sector, su entorno y la legislación aplicable. Confiar en profesionales con estos conocimientos y métodos de trabajo supone un gran beneficio para cualquier empresa.