El salario mínimo vuelve a subir en España hasta situarse en los 1.184€. La medida, acordada entre el Gobierno y los sindicatos, pero sin el acuerdo de la patronal y la oposición, ha entrado en vigor mediante la aprobación en el Consejo de Ministros del Real Decreto 87/2025 de 11 de febrero y su posterior publicación en el BOE, aunque, como en años anteriores, se hará retroactiva desde el 1 de enero de 2025.

Cuánto sube el Salario Mínimo

Para poder entender cómo afectará la nueva subida del SMI a los empleados y empleadores es importante señalar los datos clave de la medida:

• Esta nueva subida supone un incremento del 4,4% del Salario Mínimo Interprofesional que se traduce en un aumento de 50€ mensuales y 700€ al año que beneficiará a casi 2,5 millones de trabajadores.
• El nuevo Salario Mínimo Interprofesional se establece en 1.184€ brutos mensuales para las jornadas de 40 horas semanales, pero el SMI se define en una retribución anual de 14 pagas, por lo que el nuevo salario bruto anual asciende a 16.576€. La división en 12 pagas es de 1.381€.
• En el caso de las empleadas del hogar, el salario por jornada laboral pasará a ser el mismo que para cualquier otro trabajador, por lo que el SMI por hora será de 9,26€.
• La subida salarial, que ya ha entrado en vigor, tiene carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, por lo que en las próximas nóminas se deberá abonar a los trabajadores el nuevo salario y un ajuste de 50€ (o su equivalente según el tipo de contrato) correspondientes a la nómina de enero.  
• Junto a la subida del SMI, subirá proporcionalmente el importe de las cotizaciones a la Seguridad Social.
• El SMI se ha visto modificado en varias ocasiones desde 2018 sumando un aumento del 60,91%, desde los 735€ hasta los 1.184€ actuales. Es decir, 6.273€ más al año.
• Con este incremento, el salario mínimo se sitúa en torno al 60% del salario medio en España, de acuerdo con las indicaciones de la OCDE.

Declaración de la renta y otras implicaciones de la subida del SMI

La subida del SMI tiene otras implicaciones además de la nómina de los trabajadores. Este aumento afecta a otros conceptos que utilizan el SMI como referencia, como puede ser la base reguladora con la que se calculan las pensiones de jubilación o incapacidad; los límites de salarios e indemnizaciones que abona el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA); o incluso el límite embargable por un acreedor a una persona física.

Por otra parte, en España existe otro índice denominado Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) que tiene como objetivo establecer una referencia económica para la concesión de ayudas sociales. Sin embargo, este índice que en sus orígenes estuvo alineado con el SMI, no se ha actualizado en relación a la inflación y actualmente se sitúa en los 600€. Es por esto que algunas administraciones autonómicas o locales vuelven a utilizar el SMI como indicador del nivel de renta para determinar el importe de determinadas prestaciones o para acceder a determinados beneficios públicos.

Además, aunque la ley que regula el salario mínimo, el Real Decreto Legislativo 2/2015, establece que la revisión del salario mínimo interprofesional no afectará a la estructura ni a la cuantía de los salarios profesionales superiores, muchos convenios sectoriales utilizan el SMI como base para calcular los salarios por categoría profesional, por lo que se suele dar un efecto de arrastre en las renovaciones de convenios.

Por último, aunque tradicionalmente, junto a la subida del SMI, el Ministerio de Hacienda ha venido modificando el reglamento del IRPF para aumentar el límite de exención hasta el umbral del SMI, parece que este año no hay acuerdo al respecto por lo que es posible que por primera vez los contribuyentes que cobren el salario mínimo deban realizar la declaración de la Renta y tributar por parte de ese salario.

Además de las implicaciones económicas, los cambios en el SMI requieren, como es lógico, la adaptación administrativa de las empresas para pagar a sus empleados de acuerdo al nuevo salario mínimo y según el número de horas trabajadas. Sin embargo, no todas las empresas, y en especial las pymes, cuentan con departamentos específicos para llevar a cabo estas tareas de la manera más eficiente.  

El departamento de Outsourcing de MOORE España, que ofrece servicios externalizados de distintos aspectos de la organización administrativa de una empresa, facilita también el outsourcing de nóminas, un servicio mediante el cual los profesionales de MOORE se encargan de la gestión de nóminas, seguros sociales y ficheros CRA, y su correspondiente envío a la Seguridad Social; además de  la confección de contratos oficiales y su presentación ante el SEPE, la confección y presentación de modelos 111 y 190, o la preparación y envío del listado de costes emitidos por el programa de nóminas. Todo ello indispensable no solo para aplicar la correcta subida del SMI, sino para saber qué coste supondrá para la empresa.