Auditoría de cuentas: ¿Cuándo solicitar una auditoría de cuentas voluntaria?
De acuerdo con la regulación española, las auditorías de cuentas se hacen obligatorias cuando las empresas alcanzan determinados umbrales de cifra de negocio, balance o número de empleados, pero también cuando cumplen otros criterios relativos a su estructura, su actividad o su relación con la administración pública. Estos requisitos de obligatoriedad hacen creer erróneamente a algunos empresarios que las auditorías de cuentas son un asunto de empresas grandes o sectores de actividad muy específicos, pero se equivocan.
Una auditoría de cuentas consiste en la revisión y verificación de las cuentas de una empresa mediante el estudio exhaustivo de toda su documentación contable con el fin de comprobar su salud financiera y detectar posibles signos de alarma. Se trata, por tanto, de una información de gran valor para cualquier empresario a la hora de tomar decisiones y prevenir problemas, o para compartir con terceros que pueden necesitar pruebas de fiabilidad de la compañía.
Es por esto que cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector, puede obtener importantes ventajas al solicitar la realización de una auditoría de cuentas de forma voluntaria, en especial cuando se enfrentan a determinadas situaciones en las que se exige un extra de claridad y concisión a las cuentas de una compañía.
Situaciones en las que conviene realizar una auditoría de cuentas
Existen varios escenarios en los que una auditoría de cuentas voluntaria, realizada por un auditor externo, puede resultar de gran utilidad a una empresa, como por ejemplo:
Toma de decisiones estratégicas:
Cuando una empresa se plantea nuevos proyectos empresariales de envergadura, que pueden suponer una gran crecimiento, pero también un riesgo, deben estar seguros de que las cuentas de la compañía soportarán todos los escenarios posibles. Las expansiones mediante apertura de sucursales, la internacionalización, fusiones y adquisiciones, diversificación comercial mediante nuevas líneas de producción… Todos ellos son escenarios en los que una empresa asume muchos riesgos y se hace necesario contar con una información clara que permita tomar decisiones informadas e inteligentes, además de presentar información veraz y confiable a nuevos socios, clientes o proveedores.
Búsqueda de financiación:
Ya sea para llevar a cabo estos nuevos proyectos o simplemente para asegurar el crecimiento o supervivencia de la empresa, a menudo es necesario recurrir a fuentes externas de financiación que siempre se mostrarán más dispuestas a invertir o prestar su dinero a empresas con unas cuentas claras verificadas por expertos independientes. Una auditoría de cuentas determinará sin lugar a dudas la situación económica de la empresa y su capacidad para devolver préstamos, corresponder a las deudas con activos en caso necesario o aportar beneficios a sus inversores en un determinado plazo.
Detección de problemas:
No hay nada peor para una empresa que detectar un problema cuando ya no tiene solución. Por este motivo, una buena dirección empresarial debe solicitar una auditoría de cuentas independiente ante la más mínima sospecha de que existe un problema en las cuentas de la compañía, ya sea por errores de contabilidad, por impagos no detectados o mal contabilizados, por deudas crecientes o por sospechas de posible fraude interno. Una auditoría de cuentas podrá confirmar o desmentir estos problemas, determinar su alcance y apuntar a las posibles soluciones. Esta previsión se vuelve crucial cuando lo que se pretende determinar y evitar es un escenario de insolvencia, ya que cuanto antes se detecte esta situación y su gravedad, antes se podrá recurrir a planes y herramientas para solventarlo.
Sin embargo, los problemas no siempre dan señales a tiempo, por lo que no es necesario esperar a tener sospechas. Las auditorías de cuentas regulares permiten detectar cualquier incidencia y ponerle freno antes de que sea lo bastante grande para poner en riesgo la salud financiera de la compañía.
Preparación para venta:
Uno de los casos más claros en los que se hace imprescindible la auditoría de cuentas voluntaria es en el momento de venta de la misma. En este caso, la auditoría de cuentas es la que establecerá de forma fehaciente el valor real de la compañía en base a su balance de activos y pasivos, inventario, proyección de ventas, etc. Y proporcionará información transparente y confiable a los posibles comparadores.
El servicio de auditoría de MOORE España cuenta con profesionales capaces de realizar auditorías basadas en el conocimiento completo de las operaciones de la entidad auditada, sus sistemas y controles, y el entorno en el que opera. Además, como expertos en consultoría de auditoría, también pueden asesorar sobre el control interno o preparar a las empresas para la auditoría de un tercero, ya sean pequeñas y medianas empresas con recursos humanos limitados, o grandes organizaciones con estructura internacional.