Se acerca el final de año y es el momento en el que muchos aprovechan para realizar ajustes en sus ahorros, gastos o inversiones, para lograr una mejor balanza fiscal de cara a la declaración del IRPF del próximo año. Uno de los instrumentos clave en este aspecto son las inversiones en planes de pensiones, que este año cuentan con una importante novedad para los trabajadores por cuenta propia: los planes de pensiones de empleo simplificados para autónomos.

Hasta este año, la gran mayoría de los autónomos había cotizado por la base mínima de la Seguridad Social, lo que implica que en el momento de su jubilación reciben una pensión escasa, por lo general hasta un 40% inferior a la mayoría de los trabajadores por cuenta ajena. Esta situación ha sido modificada mediante el nuevo sistema de cotización para autónomos que entró en vigor en enero de 2023, mediante el cual los autónomos están obligados a cotizar según sus ingresos igual que el resto de trabajadores.

A esto se han añadido, como medida complementaria, los nuevos planes de pensiones de empleo simplificados (PPES) para autónomos, una herramienta que pretende emular los planes de previsión que ofrecen las empresas a sus trabajadores, y que suponen un nuevo instrumento de ahorro para que los trabajadores por cuenta propia puedan aumentar sus recursos económicos en el momento de su jubilación.

Los nuevos PPES fueron aprobados el pasado año en la Ley 12/2022, de 30 de junio, de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo y, según la Tesorería General de la Seguridad Social “forman parte del segundo pilar de la previsión social, que busca establecer un sistema complementario a la pensión pública de jubilación y brindar a todos los trabajadores, incluidos los autónomos, el respaldo del Estado en sus planes de pensiones”.

Ventajas de los PPES para autónomos

La principal característica de los planes de pensiones para autónomos es la ventaja fiscal en cuanto a su deducción del IRPF: mediante el Real Decreto 668/2023, de 18 de julio, por el que se modifica el Reglamento de planes y fondos de pensiones, se aprobó que los PPES para autónomos tengan un límite de aportación muy superior a las de los planes de pensiones ordinarios, de manera que los autónomos podrán deducir hasta 4.250 euros anuales por sus contribuciones a nuevos PPES, lo que significa que, sumado al límite general de 1.500 euros, un autónomo puede llegar a deducirse hasta 5.750 euros al año.

Otra de las ventajas es la de la flexibilidad en las aportaciones. Teniendo en cuanto la irregularidad de ingresos de los autónomos, se les permitirá realizar aportaciones periódicas o puntuales, del mismo modo que pueden suspender las aportaciones de forma temporal o permanente.

Además, se espera que las comisiones de estos planes sean inferiores a las de los planes individuales, puesto que los límites de comisiones de gestión máxima han quedado fijados en el 0,3%.

Dada su reciente creación y el desconocimiento entre el público, la oferta de PPES para autónomos aún es escasa pero sí existen diferentes e interesantes opciones. La gestión y el depósito de estos planes depende de entidades financieras, pero han de ser promovidos por una asociación, federación o colectivo, aunque no es necesario pertenecer a ellos para contratarlos.

Lo conveniente, como siempre, es contar con el consejo especializado de expertos en  asesoría fiscal o financiera  para encontrar el mejor plan adaptado a cada autónomo según su edad, años de cotización, ahorros, ingresos, etc. Los profesionales del servicio de Asesoramiento Tributario de MOORE España realizan de manera habitual este tipo de consultoría para sus clientes como parte de su labor.