¿En qué consiste la administración concursal?
“Administración concursal” es el término que sobrevuela a todos los empresarios cuando su empresa se encuentra en apuros económicos, pero a menudo se escapan los detalles de en qué consiste este procedimiento. Te explicamos los puntos clave:
La administración concursal es el proceso legal de intervención de una empresa que se ha declarado en situación de insolvencia por no poder hacer frente a sus deudas. El objetivo final de la administración concursal consiste en lograr un acuerdo entre empresa y acreedores que permita la continuidad de la compañía o, en su defecto, gestionar el pago ordenado de sus deudas mediante la liquidación de bienes.
¿Cuándo se inicia la administración concursal?
El proceso de administración concursal se inicia con la solicitud del concurso de acreedores ante el juzgado de lo mercantil correspondiente, un paso al que obliga la ley (en concreto la Ley 22/2003, de 9 de julio) cuando la compañía en cuestión se encuentra en situación de insolvencia financiera. Aunque se trata de un paso obligatorio, bajo pena de sanción penal o administrativa, el concurso de acreedores se denomina “voluntario” cuando es presentado por el deudor o “forzoso” cuando es presentado por un acreedor.
Una vez declarado y aceptado el concurso de acreedores, el juez competente nombrará a un administrador judicial mediante sorteo entre los profesionales incluidos en la lista oficial de administradores concursales. El administrador elegido por sorteo deberá comparecer ante el juzgado en los cinco días siguientes a la comunicación para aceptar el encargo y acreditar que cuenta con un seguro de responsabilidad civil. La falta de comparecencia, la ausencia de seguro o el rechazo del encargo supone la renuncia a cualquier administración concursal en un plazo de tres años y obliga a seleccionar al siguiente candidato de la lista oficial.
¿Quién es el administrador concursal?
El administrador concursal puede ser una persona física o jurídica. Cuando se trata de una persona jurídica, como una firma de servicios profesionales, debe designar a una persona física que la represente. De esta manera, salvo excepciones, la administración concursal suele corresponder a una única persona que debe tener perfil de abogado y/o economista con experiencia de al menos cinco años de profesión y una formación acreditada en derecho concursal.
Mediante este proceso, el administrador concursal se convierte en la persona responsable de administrar la empresa que entra en concurso de acreedores, con el fin de asegurar el correcto cumplimiento de la ley y las indicaciones del juez. Su principal función es la de dirigir el pago de las deudas de forma ordenada, pero también debe intentar la no disolución total de la empresa y la conservación del patrimonio.
¿Qué se hace durante la administración concursal?
Una vez recibido el encargo de la gestión, el administrador concursal debe realizar una serie de tareas encaminadas a la solución de la situación de insolvencia que podemos dividir en distintas fases.
Durante la denominada “fase común” de la administración concursal, el administrador debe realizar tareas como:
- La comprobación de las cuentas para verificar la situación de insolvencia.
- El análisis de la situación del deudor evaluando si ha actuado de buena fe.
- La elaboración de un inventario de bienes de la empresa y el deudor.
- La elaboración de una de lista de acreedores indicando el importe que se les adeuda y la calificación de los mismos.
- La elaboración del informe concursal que detalla todos estos aspectos para el juez
- La intervención de las cuentas que implica el control y autorización de los movimientos financieros.
A continuación, durante la llamada “fase de convenio” de la administración concursal, el administrador debe dirigir una negociación entre el deudor y los acreedores para encontrar una solución acordada que satisfaga a las partes, reestructurando la deuda para permitir la continuidad del negocio.
La fase de liquidación, a la que se llega si no sale adelante un acuerdo, implica el desprendimiento de los bienes de la empresa para pagar a los acreedores por orden de relevancia.
Por último, la fase de calificación consiste en determinar si la insolvencia fue fortuita o provocada por la mala gestión del deudor, en cuyo caso puede enfrentarse a consecuencias penales.
Además de las tareas específicas relativas al concurso, a lo largo de todo el proceso de la administración concursal el administrador debe supervisar o incluso hacerse cargo de la gestión de la empresa, incluyendo la firma de nuevos contratos, convocatorias de asambleas o en general la coordinación necesaria para asegurar la continuidad de la actividad de la empresa.
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