Se aproxima el cierre de año fiscal y contable
Quedan pocas semanas para el fin de 2021 y todos los profesionales y empresas ya deben tener en mente el cierre del año contable y fiscal. Son dos meses, los de diciembre y enero, que suponen, con diferencia, el período de mayor carga burocrática y administrativa para el mundo empresarial por lo que implica el cierre de cuentas y su presentación posterior a la Agencia Tributaria.
Es también un momento clave a nivel estratégico puesto que del resultado de ambos cierres depende tener una mejor perspectiva de la situación real de la empresa o negocio y establecer estrategias para su continuidad durante el año que se estrena.
El cierre contable
Resumiendo mucho, el cierre contable consiste en reflejar si los ingresos de un negocio han sido mayores que los gastos. Se trata del cálculo anual de la cuenta de resultados, con las pérdidas y ganancias, y el balance de situación incluyendo el activo, pasivo y patrimonio neto.
Este cierre contable no es solo una obligación legal sino un elemento de gran importancia para toda empresa, ya que es una de las principales fuentes de información para entender la situación financiera de una sociedad y tomar decisiones en cuanto a su desarrollo como, por ejemplo, el reparto de dividendos, las posible ampliaciones de capital con cargo a los beneficios, o la dotación de reservas legales, especiales o voluntarias.
La información extraída del cierre de cuentas anual sirve también para justificar ante los socios tanto los proyectos de inversión como su financiación. Y en el caso de buscar financiación externa, cualquier inversor o prestamista necesitará conocer la información contable actualizada para valorar la concesión de crédito. Cuanto mejor organizada esté esta información, más sencillo y rápido será obtener una respuesta favorable.
A la hora de realizar el cierre de año contable se debe revisar, por ejemplo, que no haya incoherencias en los saldos utilizando un buen balance de comprobación. Este será el momento también de reclasificar las deudas del largo plazo al corto plazo, así como sus saldos, pero también dotar la variación de existencias y las amortizaciones, o determinar si hay que realizar correcciones por deterioro de valor, o realizar las provisiones necesarias.
El cierre de año fiscal
La mayoría de empresas y profesionales cierran su ejercicio fiscal con el fin de año natural, por lo que lo reflejado en las cuentas de cierre de año es la información básica para calcular las bases imponibles en cuanto a IRPF, IVA o impuesto de sociedades.
El mes de enero será el momento para presentar muchos de los resúmenes anuales y son muchos los aspectos a tener en cuenta para que el resultado impositivo sea más beneficioso. Por ejemplo, no se debe olvidar incluir las retribuciones en especie, los trabajos realizados en el extranjero para aplicar posibles exenciones, detallar las formaciones de los empleados susceptibles de recibir bonificación de la Seguridad Social, o las deducciones por la contratación de trabajadores con discapacidad, etc.
Pero no hay que esperar a enero. En las últimas semanas del año, con el cierre contable avanzado, las empresas convenientemente asesoradas pueden planificar acciones para reducir las cantidades a tributar. Desde ajustes permitidos por el legislador de diferencias en las amortizaciones, a deducciones por la inversión en innovación y desarrollo, o en determinados patrocinios.
Los servicios de contabilidad y gestión fiscal de MOORE ACPM cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios en ambas tareas para poder asesorar convenientemente a sus clientes. El trabajo llevado a cabo durante todo el año por el equipo de profesionales de MOORE ACPM es una garantía para llevar a cabo con éxito y sin riesgos el cierre de año fiscal y contable.