¿Qué es la microfinanciación y por qué es tan importante para el desarrollo económico mundial?
El concepto de microfinance, traducido al español por microfinanzas o microfinanciación, consiste en la oferta de servicios financieros a personas o grupos de bajos ingresos que no suelen tener acceso a otros servicios bancarios. Se trata de una práctica cada vez más común en zonas en desarrollo y cuya principal herramienta consiste en el préstamo de los conocidos como “microcréditos” para pequeños emprendedores.
El último informe de MOORE Intelligence, el centro de análisis de la red de firmas MOORE Global, ofrece una descripción detallada de la situación del sector de la microfinanciación a nivel mundial y sus perspectivas de evolución.
Si el sector financiero en general desempeña un papel muy relevante en el crecimiento económico y el desarrollo mundial, el rol de la microfinanciación en este desarrollo se centra en atender a las necesidades de las poblaciones económicamente marginadas. En otras palabras, y tal como lo define un importante banco europeo: el objetivo de la microfinanciación es prestar servicios financieros a personas «generalmente excluidas de los canales bancarios tradicionales debido a sus ingresos bajos, irregulares e impredecibles».
La microfinanciación, que incluye préstamos o microcréditos a pequeña escala desde cantidades tan pequeñas como 500 dólares, además de otros servicios financieros básicos, desempeña un papel crucial en el aumento de la independencia financiera de los grupos desatendidos, mejora la inclusión y estimula el crecimiento económico de las comunidades.
Por este motivo, la microfinanciación se ha convertido, en especial tras la pandemia, en un elemento clave para mejorar el acceso a la financiación en los mercados emergentes, apoyar el crecimiento económico y ayudar a las comunidades a reconstruirse.
Tendencias de crecimiento de la microfinanciación
Aunque en los países desarrollados el acceso a la financiación se da por sentado, en las economías de renta baja la participación financiera está aún muy poco desarrollada. En 2017 más de 1.700 millones de personas en todo el mundo no estaban bancarizadas, la mayoría en las regiones de Asia-Pacífico y África. Aunque la última edición del Global Findex (2021) muestra que la posesión de cuentas ha crecido en todo el mundo y tres de cada cuatro adultos tienen ya una cuenta financiera, aún existen 1.400 millones de adultos sin acceso a estos servicios.
Tal como explica Sopho Abaiadze, responsable del sector de la microfinanciación de MOORE Global, se prevé que el mercado mundial de la microfinanciación sea testigo de un fuerte incremento en los próximos años, superando los 300.000 millones de dólares en 2026 y 488.900 millones de dólares en 2030, debido al creciente número de microempresas, los esfuerzos gubernamentales por promover los microcréditos y la expectativa de unos tipos de interés más bajos. Este crecimiento será desigual a lo largo del globo, con especial importancia en la región de Asia-Pacífico, pero también aumentará en Europa.
Entre los principales factores que impulsan la expansión del mercado de microcréditos se encuentra el aumento de las pequeñas y medianas empresas, que desempeñan un papel fundamental en la mayoría de las economías, especialmente en los países en desarrollo, representando alrededor del 90% de empresas y más del 50% del empleo en todo el mundo y, según el Banco Mundial, aportan hasta el 40% del PIB nacional en las economías emergentes.
En este boom de la microfinanciación influye también el empuje de la digitalización: El acceso rápido y fácil al crédito es uno de los principales motores del crecimiento, y la expansión de las plataformas online ha simplificado el acceso a los fondos. La revolución digital ha impulsado el uso de los servicios financieros en todo el mundo, transformando la forma en que la gente gestiona su dinero, una tendencia que se ha acelerado a nivel mundial desde la pandemia. En este contexto, se espera que las Fintech desempeñen un papel fundamental en la adopción digital y la inclusión financiera de los clientes no bancarizados. A esto se debe añadir el impacto que tendrá el desarrollo de la Inteligencia Artificial en los servicios financieros.
La inclusión financiera, que figura en 8 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, significa que las personas con pocos recursos y sus negocios o proyectos empresariales deben tener acceso a productos y servicios asequibles que satisfagan sus necesidades financieras – transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros – de forma responsable y sostenible. La microfinanciación forma ya parte fundamental de este desarrollo y está destinada a jugar un papel aún más relevante.