¿Qué es la Doble Materialidad y cómo afecta a las empresas?
En los últimos tiempos, el término de “doble materialidad” ha ganado relevancia en el ámbito de la contabilidad y las finanzas, haciendo alusión a la necesidad de evaluar e informar sobre el impacto que tienen las empresas no solo en lo que respecta a su modelo de negocio, sino también a su entorno directo, así como a la sociedad y el medioambiente, pero ¿en qué consiste exactamente este concepto y cómo afecta a la gestión y contabilidad de las empresas?
El concepto de «doble materialidad» se aplica en el campo de la contabilidad y la responsabilidad empresarial para referirse al impacto simultáneo de los aspectos financieros y no financieros de una empresa. Es decir, implica que las empresas tienen responsabilidades tanto hacia sus accionistas y partes interesadas financieras, como hacia la sociedad en general y el medio ambiente y, por tanto, deben tener en cuenta en sus operaciones y toma de decisiones tanto los aspectos económicos como los sociales y ambientales.
Tradicionalmente, el mundo empresarial había puesto su foco exclusivamente en su impacto financiero, sin embargo, a lo largo de las dos últimas décadas —empujados por la conciencia social— se ha hecho patente el creciente interés en la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa, una corriente que se ha traducido en la adopción de políticas ESG en las empresas (aquellas políticas empresariales centradas en el medio ambiente, el entorno social y el buen gobierno corporativo) que han resultado ser de gran beneficio para las compañías.
Dentro de esta corriente se enmarca la Doble Materialidad, que busca sumar al análisis del impacto financiero, la evaluación del impacto social y ambiental de la empresas, es decir, los impactos que genera una organización sobre las personas, el medio ambiente y los derechos humanos, ya sean positivos o negativos, potenciales o reales.
El objetivo de esta política es identificar los efectos o consecuencias ocasionados por las actividades de una empresa a lo largo de toda su cadena de valor, así como por sus productos o servicios. Algunos ejemplos de estos efectos pueden ser, según las características y circunstancias de la compañía, desde el consumo energético de la maquinaria hasta el fomento de hábitos saludables o nocivos en los consumidores, pasando por la exposición a sustancias peligrosas, despidos de trabajadores por la automatización de los procesos, etc.
Normativa sobre Doble Materialidad
La Unión Europea, en línea con su objetivo de fomentar la sostenibilidad, ha adoptado varias regulaciones que abordan este tema, especialmente en el contexto de la divulgación de información no financiera y la sostenibilidad, como ocurrió con la Directiva sobre Divulgación de Información No Financiera o Directiva de Informes de Sostenibilidad, adoptada en 2014.
Más recientemente, en 2022 se aprobó la Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas, conocida por CSRD por sus siglas en inglés. Esta directiva obliga a las compañías a incluir en su informe de gestión la información necesaria para comprender el impacto de la empresa en las cuestiones de sostenibilidad y, al mismo tiempo, cómo afectan las cuestiones de sostenibilidad a la evolución, los resultados y la situación de la compañía.
De esta forma, los datos requeridos a las empresas incluyen una breve descripción del modelo de negocio y la estrategia de la entidad; la descripción de sus órganos de administración, dirección y supervisión en lo que respecta a las cuestiones de sostenibilidad; las políticas de la empresa en cuestión de sostenibilidad; y el detalle de sus objetivos de sostenibilidad, como puede ser el de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, se deben incluir en el reporte los principales riesgos que suponen para la empresa las cuestiones de sostenibilidad.
Como parte de la información requerida, las empresas deberán realizar un análisis de doble materialidad, considerando tanto el impacto financiero de sus actividades, como su impacto en el medio ambiente y la sociedad, y deberán cubrir no sólo las operaciones propias, sino los impactos generados por toda su cadena de valor. Además, la información de sostenibilidad deberá ser verificada por un tercero independiente y deberá ser publicada de forma accesible para el público.
Para cumplir con estos requisitos, es conveniente contar con una firma de contabilidad y auditoría preparada para realizar unas revisiones que van mucho más allá de los aspectos financieros. MOORE España cuenta con una división específica de consultoría para asesorar a sus clientes en materias de sostenibilidad y gobernanza, un servicio que abarca no sólo la elaboración de los Informes de Sostenibilidad, sino que también permite emitir el preceptivo informe de verificación conforme a la normativa europea.