Según el Instituto de la Empresa Familiar, se estima que 1,1 millones de sociedades españolas —una parte importante del tejido empresarial nacional— son consideradas empresas familiares, es decir, empresas en las que el capital social y/o la toma de decisiones pertenece a un grupo de personas que son parientes entre sí.

Por norma general, la empresa familiar se caracteriza por ser una estructura organizativa en la que los puestos de dirección y gobierno están ocupados por miembros de una misma familia y la identidad de los socios no es indiferente puesto que no son fácilmente sustituibles por personas ajenas al grupo familiar. Además, por contraposición a otro tipo de empresas, el fin último de la empresa familiar suele ser la trasmisión de la empresa a la generación posterior a modo de legado.  

Estas características hacen que las empresas familiares tengan dinámicas organizacionales diferentes a las empresas meramente mercantiles y, en consecuencia, conflictos diferentes a otras sociedades ya que el componente relacional entre socios, gerentes y empleados tiene muchas más implicaciones.

Entre los problemas habituales de las empresas familiares se encuentran, por ejemplo:

• La confusión entre familia y empresa o entre patrimonio familiar y propiedad mercantil.
• La necesidad de preservar el control familiar de la sociedad frente a socios ajenos a la misma.
• Las tensiones por la designación de sucesor al mando de la empresa o la involucración de nuevas generaciones en distintos puestos.
• La confrontación entre ramas familiares por el control administrativo o societario.
• La falta de adaptación a nuevas formas o criterios de gestión frente a la tradición.

¿Cuál es la mejor forma de resolver estos conflictos? Si en artículos anteriores hemos visto que la mediación supone grandes ventajas en la resolución de conflictos societarios y organizacionales, este método adquiere especial importancia en las empresas familiares donde se hace imprescindible el mantenimiento de las buenas relaciones entre socios.

Razones para acudir a la mediación en los conflictos de empresa familiar

Los expertos del departamento de Mediación de MOORE España aportan 6 razones por las que merece la pena acudir a la mediación como forma de resolución de conflictos en la empresa familiar:

1. Los conflictos en la empresa familiar tienen un fuerte componente afectivo

La mediación es especialmente útil en empresas familiares porque los conflictos no son solo jurídicos o económicos, sino que están cargados de emociones, vínculos personales e historia compartida. Esta dimensión humana requiere herramientas dialogadas, no litigiosas.

• La mediación favorece el diálogo cuando la relación personal importa

A diferencia del pleito, que polariza y deteriora la relación, la mediación permite:

• Restaurar la comunicación
• Facilitar que las partes se escuchen
• Evitar rupturas familiares innecesarias

La continuidad de la relación es crucial en las estructuras familiares, donde los socios suelen ser a la vez familiares, administradores y herederos.

• Un tercero neutral ayuda a desactivar tensiones heredadas

La intervención de un tercero imparcial facilita el diálogo y ayuda a superar bloqueos que en la empresa familiar se cronifican con facilidad. El mediador actúa como “amortiguador” y permite reconducir conversaciones cargadas de reproches o expectativas no gestionadas.

Eso sí, este tercero neutral ha de ser un profesional específico con conocimientos técnicos concretos y especiales en comunicación y negociación. Cuando este experto comparte con los abogados y auditores conocimientos técnicos de derecho mercantil y económicos de entorno empresarial, puede resultar especialmente útil para la reunión de voluntades y la consecución de acuerdos.

• La mediación permite alcanzar soluciones rápidas, prácticas y de bajo coste.

Los conflictos familiares pueden poner en riesgo tanto la convivencia como la viabilidad económica del negocio si no se les busca una solución rápida y económica, algo muy difícil en el entorno judicial. Sin embargo, en contraposición a los procesos judiciales, la mediación ofrece:

• Rapidez (semanas frente a años),
• Costes muy reducidos
• Menor desgaste emocional y financiero

Esto es vital para empresas donde el conflicto personal puede paralizar decisiones estratégicas.

• La mediación preserva la continuidad y estabilidad del proyecto empresarial.

En la empresa familiar, el proyecto trasciende lo económico: suele ser un legado. Resolver tensiones por la vía de la mediación permite no romper vínculos, asegurar la continuidad generacional y mantener la cohesión del negocio, algo imposible de garantizar en un proceso judicial. Esta idea deriva directamente de su énfasis en la conservación de relaciones y del componente afectivo.

• La mediación es especialmente adecuada para pymes

La mediación como forma de resolución de conflictos es una magnífica noticia para las pymes, categoría en la que encaja el 95% del tejido empresarial español y la gran mayoría de empresas familiares de nuestro país, ya que les permite resolver conflictos sin paralizar la actividad ni incurrir en gastos desproporcionados debido a la rapidez, el bajo coste y la capacidad de preservar relaciones.

MOORE España cuenta con una división legal con profesionales especializados en Mediación capaces de ayudar a sus empresas cliente en cualquier tipo de conflicto civil, organizacional o mercantil facilitando el diálogo en un entorno seguro, neutral y confidencial donde las partes pueden acercar posturas y resolver sus conflictos de manera autónoma y responsable evitando procesos judiciales.