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¿Cuáles son los principios fundamentales de la auditoría?

¿Cuáles son los principios fundamentales de la auditoría?

Los profesionales de la auditoría deben regirse por unas guías básicas que garanticen la validez de su trabajo y la confianza en sus resultados. Estas guías son una serie de principios fundamentales de la profesión a los que se debe adherir todo auditor o firma de auditoría para llevar a cabo su labor de manera eficiente, objetiva y confiable.

Estos principios de uso convencional están recogidos de forma implícita en los objetivos y responsabilidades del auditor descritos en las Normas Internacionales de Auditoría con el propósito de “establecer reglas y suministrar criterios sobre el objetivo y principios generales que rigen una auditoría de los estados financieros”, pero también, con algunas variaciones, se encuentran en la adaptación de la norma internacional a España por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas (ICJCE) o en la Norma ISO 19011, que proporciona recomendaciones para establecer un programa de auditoría que cumpla con los requisitos establecidos en las diferentes normas internacionales.

Aunque existen ligeras diferencias en la definición y número de principios según la institución que las recoge, podemos decir que, en términos generales, se considera que los principios fundamentales del auditor son los siguientes:

Principio de Independencia:

Como ya hemos comentado en un artículo anterior, el principio de independencia en la auditoría es la base para garantizar la imparcialidad del trabajo y la objetividad de las conclusiones de auditor. De acuerdo con este principio, los auditores deben ser independientes de la actividad que se audita y deben actuar libres de sesgos y conflictos de intereses.

Incluso en las auditorías internas, los auditores deben ser ajenos a la función que se audita para mantener la objetividad a lo largo del proceso y asegurar que los hallazgos y las conclusiones están basados únicamente en la evidencia de la auditoría. Por este motivo, en las organizaciones pequeñas que realizan auditorías voluntarias es muy conveniente contar con la ayuda de auditores externos.

Principio de Integridad:

Bajo este principio se determina que los auditores y firmas de auditoría deben desempeñar su trabajo de forma ética, con honestidad y responsabilidad. Esto significa que solo deben emprender actividades de auditoría aquellos que son competentes para hacerlo y para realizar su trabajo de forma imparcial y sin sesgo, es decir, aquellos que cuenten con el conocimiento, herramientas y circunstancias necesarias para llevar a cabo la labor.

Principio de Objetividad:

El principio de objetividad recoge la obligación de informar con veracidad y exactitud. La objetividad requerida a un auditor implica que sus conclusiones en la auditoría deben reflejar con precisión todas las actividades realizadas en la misma, informando además de todos los obstáculos encontrados durante el proceso y de todas las opiniones divergentes sin resolver que hayan surgido entre el auditor y el auditado.

Principio de competencia y celo profesional:

Este principio está referido a la aplicación de la debida diligencia y juicio al auditar, es decir, que se espera que el auditor proceda con un minucioso cuidado en su trabajo. El principio de competencia y celo profesional exige al auditor un desempeño meticuloso a la altura de la importancia de la tarea desempeñada y la confianza depositada para esta labor, tanto por parte de cliente de la auditoría como de las otras partes interesadas. Bajo este principio se espera que el auditor tenga la capacidad de realizar juicios razonados en todas las fases y situaciones de la auditoría.

Principio de Confidencialidad o Secreto Profesional:

El principio de confidencialidad es el que garantiza la seguridad de la información recabada durante la auditoría. Teniendo en cuenta la sensibilidad de los datos a los que tienen acceso los auditores, se debe garantizar una total discreción en el uso y la protección de toda la información obtenida en el curso de sus tareas. Esto implica, por supuesto, que los resultados obtenidos y las conclusiones elaboradas como parte de la auditoría no deben, bajo ningún concepto, usarse para beneficio personal del auditor o ningún tercero, o de modo que perjudique los intereses legítimos del auditado.

A estos principios básicos, se añaden otros principios complementarios aplicables a la labor de auditoría como pueden ser:

Principio de adecuación a normas técnicas

Los auditores y empresas de auditoría deben adherirse a los estándares establecidos por organizaciones profesionales reconocidas, así como a las distintas normativas nacionales e internacionales que rigen su trabajo. Estos estándares normativos proporcionan pautas y procedimientos específicos que los auditores deben seguir para planificar, realizar y documentar su trabajo.

Principio de evidencia suficiente y competente:

Bajo este principio se requiere del auditor un enfoque basado en la evidencia, es decir, que utilice un método racional y adecuado para alcanzar conclusiones fiables y reproducibles en un proceso de auditoría sistemático. En otras palabras, según este principio, los resultados y conclusiones de la auditoría deben ser verificables con muestras de la información disponible.

Principio de documentación y presentación clara y completa de los resultados:

Los auditores deben comunicar sus hallazgos de manera clara, precisa y completa en el informe de auditoría. De acuerdo con este principio, los responsables de la tarea de auditoría deben elaborar un documento que incluya todas las conclusiones importantes y recomendaciones necesarias para que los interesados comprendan los resultados de la auditoría. Además, los auditores deben mantener registros completos y precisos de todas las actividades realizadas durante la auditoría.

Tanto MOORE España, en su calidad de firma de auditoría de reconocido prestigio, como los profesionales del servicio de auditoría de la compañía, basan su trabajo una adhesión completa a los principios fundamentales de la auditoria, además de en un conocimiento profundo de las normas nacionales e internacionales de auditoría, por lo que los informes resultantes son reconocidos por todas las instituciones públicas nacionales e internacionales.