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Estatutos sociales de una empresa

Asesoría legal: ¿Qué son los estatutos sociales de una empresa?

Entre los distintos pasos que se deben llevar a cabo para crear una nueva empresa, uno de los puntos básicos es la redacción y firma de los estatutos. Te contamos lo que son y para qué sirven.

Los estatutos de una empresa o estatutos sociales son el conjunto de reglas que rigen la estructura y el funcionamiento de una compañía. Se trata de un documento legal, obligatorio para todas las empresas establecidas como sociedad, que debe ser elaborado de acuerdo a los requisitos mínimos establecidos en la Ley de Sociedades de Capital (LSC) y registrado en el Registro Mercantil para contar con valor jurídico.

De acuerdo con la ley, la función principal de los estatutos sociales es garantizar la transparencia en el funcionamiento de la empresa y otorgar seguridad jurídica a las decisiones tomadas en la misma, al acogerse a unas reglas preestablecidas y aceptadas por todos los accionistas y administradores.

La elaboración de los estatutos sociales es uno de los primeros pasos para la constitución de una empresa puesto que, entre otras cosas, determinan el tipo de sociedad mercantil que tendrá la compañía, y deben acordarse y redactarse antes de la escritura pública de constitución ante notario para ser incluidos en la misma. Tras la firma, la LSC establece un plazo de dos meses para presentar la escritura de constitución y los estatutos en el Registro Mercantil desde la fecha de su otorgamiento ante notario.

Contenido de los estatutos sociales de la empresa

De acuerdo con el artículo 23 de la LSC, los estatutos sociales de una empresa deben recoger una serie de contenidos mínimos, que son:

  • La denominación de la sociedad: Los estatutos deben establecer con claridad el nombre exacto, único y distintivo con el que se identificará la empresa en todos sus documentos y actos. Se determinarán además las normas acordadas para restringir su uso o modificarlo.
  • El objeto social: Los estatutos sociales indican la finalidad o función con la que se crea  la empresa, es decir la actividad o actividades principales a las que se dedicará la compañía y las limitaciones o restricciones para la realización de otras actividades. Es importante tener en cuenta que la restricción o laxitud en esta definición impactarán en el tipo de actividades empresariales que puedan llevarse a cabo a medida que se desarrolla o expande el negocio.
  • El domicilio social: En los estatutos se debe establecer la dirección física que servirá de sede principal de la empresa para llevar a cabo sus actividades, aspecto de gran importancia a la hora de cumplir con las normas e impuestos de cada región.
  • El capital social: Se especificarán los fondos con los que se constituye la empresa, es decir, la cantidad de dinero líquido y/o activos que los socios aportan a la constitución y desarrollo y que representan su participación en la misma según el tipo de sociedad, anónima o limitada. Para ser minuciosos, se debe especificar además la forma de aportación de cada socio, las condiciones y plazos para el desembolso o las reglas para modificar el capital social en el futuro.
  • El modo de organizar la administración de la sociedad: Bajo este punto se definirá la estructura de la empresa incluyendo la composición y funcionamiento de los distintos órganos de administración y representación, es decir, quién o quiénes ostentarán el cargo de dirección de la compañía y su representación legal, ya sea mediante administrador único, solidario, consejo de administración, etc. Estableciendo claramente sus competencias y responsabilidades, el plazo de duración en el cargo o sistema de retribución.
  • El modo de deliberar y adoptar acuerdos: Se establecerá de qué manera se tomarán las decisiones de la empresa y cómo se elaborarán y aprobarán las cuentas o las juntas de socios.

Redacción y modificación de los estatutos de empresa

Los estatutos deben ser acordados por el conjunto de los socios, asesorados por un experto legal que pueda redactarlos conforme a la ley, y teniendo en cuenta que solo en el momento en el que se inscriban en el Registro Mercantil, tendrán valor jurídico. A pesar de este proceso formal de inscripción, cabe señalar que los estatutos sociales no tienen por qué ser algo inamovible sino que pueden ser modificados y, de hecho, deben ser actualizados a medida que la compañía se desarrolle y evolucione con el fin de recoger nuevas normas internas, nuevos órganos de gobierno, cambios de estructura, expansión de la actividad o ampliación del capital social o número de socios.

El servicio de Asesoría Legal de MOORE España está especializado en el asesoramiento jurídico a empresarios, sociedades y grupos económicos que operan tanto a nivel nacional e internacional, y cuenta con expertos en derecho mercantil capaces de guiar a los socios de la nueva empresa en el contenido y redacción de sus estatutos sociales, así como en el trámite de su constitución jurídica y su inscripción en el Registro Mercantil.