Asesoría contable: ¿Qué son los bienes de inversión y cómo deben registrarse?
¿Tú empresa ha comprado maquinaría recientemente? ¿Tal vez un local, muebles de oficina, equipos informáticos? Todos estos ejemplos son bienes de inversión y deben estar reflejado en su propio libro de cuentas con la ayuda de una asesoría contable. Te explicamos por qué y cómo hacerlo.
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¿Qué son los bienes de inversión?
De acuerdo con la definición de la Agencia Tributaria, los bienes de inversión son “Los bienes corporales, muebles, semovientes o inmuebles que, por su naturaleza y función, estén normalmente destinados a ser utilizados por un período de tiempo superior a un año como instrumentos de trabajo o medios de explotación”.
Estarían excluidos de esta definición algunos productos como los envases y embalajes, aunque puedan ser reutilizables, las ropas de trabajo, los accesorios o piezas de recambio para la reparación de otros bienes y, en general, cualquier bien inferior a determinado coste, (por debajo de los 300 euros para el IRPF y por debajo de los 3.005,06€ para el IVA)
¿Cómo contabilizar los bienes de inversión?
Dada su característica de elemento duradero necesario para el desarrollo del negocio a lo largo de varios ejercicios fiscales, un bien de inversión no puede deducirse por completo en el año de su adquisición, sino que se deducirá un porcentaje de su valor cada ejercicio a lo largo de su vida útil. Esto es lo que se denomina “amortización”.
Para poder registrar correctamente la amortización de los bienes y la deducción correspondiente a cada ejercicio es necesario llevar un libro de cuentas de bienes de inversión aparte del resto de libros de contabilidad.
En este libro deben incluirse, con la ayuda de una asesoría contable, todos los datos de registro de cada uno de los bienes en periodo de amortización del que disponga la empresa o profesional: la identificación del bien en cuestión, la fecha y valor de adquisición, el método y las cuotas de amortización, el número de factura y NIF del vendedor, la fecha y motivo de baja, etc.
Las cuotas de amortización se determinan mediante una tabla establecida por la Agencia Tributaria que especifica el porcentaje que se debe amortizar cada año y el periodo máximo de años de esa amortización según la categoría del bien de inversión: edificios, instalaciones, maquinaria, elementos de transporte, herramientas, equipos informáticos, etc.
Existen, además, diferencias sobre cómo contabilizar los bienes de inversión en cuanto al IRPF y en cuanto al IVA, ya que en el caso del IVA se puede deducir el impuesto soportado al completo en un solo ejercicio.
¿Quién debe tener un libro de bienes de inversión?
Los libros de inversión son de obligado cumplimiento para todos los contribuyentes de actividades profesionales en régimen de estimación directa del IRPF, y los contribuyentes de actividades empresariales en estimación objetiva, que cuenten con bienes de inversión en su activo.
Además, según se recoge en el código de comercio, y al igual que el resto de libros contables y la documentación que los soporta, los libros de bienes de inversión deben conservarse durante al menos seis años desde la anotación de su último asiento para poder ser presentados como justificantes a la Agencia Tributario o cualquier organismo que los requiera.
El mantenimiento del libro de inversiones, igual que el resto de libros contables de una empresa, es una tarea esencial para el correcto funcionamiento y control del negocio, pero es también una tarea muy laboriosa y con cierta complejidad para personal inexperto, por lo que es conveniente contar con ayuda de profesionales en asesoría contable y asesoría fiscal.
El departamento de Asesoramiento Contable de MOORE España ayuda a sus clientes en la organización contable-administrativa de la empresa y asesora tanto en los temas cotidianos como en consultas específicas y puntuales, mientras que el servicio de Outsourcing contable de MOORE permite externalizar al completo la contabilidad de la empresa, incluida la elaboración de los libros contables.