
Asesoramiento fiscal, mucho más que la presentación de impuestos
Con frecuencia se identifica el asesoramiento fiscal con la labor de cumplimentación y tramitación de impuestos ante la administración, sin embargo, una asesoría fiscal tiene muchas otras funciones de apoyo a empresas y profesionales, hasta el punto de convertirse en una herramienta a menudo imprescindible para el desarrollo y crecimiento de un negocio.
Además del denominado tax compliance o cumplimiento tributario, el asesoramiento fiscal es útil a lo largo de la vida de una empresa, desde su creación a su disolución o traspaso, pasando por su funcionamiento día a día y sus distintas opciones de crecimiento.
Entre las distintas tareas en las que una asesoría fiscal ayuda a sus clientes podemos destacar las siguientes:
- Apertura de negocio: Ante el inicio de un nuevo proyecto empresarial es necesario recibir un correcto asesoramiento fiscal acerca de la forma jurídica apropiada para el nuevo negocio ya sea como autónomo, sociedad limitada, sociedad anónima, etc. dependiendo de la naturaleza de la actividad, los socios, la responsabilidad fiscal o el volumen y tamaño que se pretende alcanzar. Además, la asesoría fiscal se encargará de los farragosos trámites burocráticos relacionados con la apertura como las altas en la agencia tributaria o la seguridad social.
- Contabilidad: El asesoramiento fiscal y contable van siempre de la mano, de manera que la asesoría a la hora de establecer un sistema de contabilidad adecuado facilitará la correcta contabilización de ingresos y gastos y, por tanto, la correcta tramitación de impuestos.
- Planificación fiscal: El asesoramiento fiscal continuo y proactivo permite optimizar la carga tributaria de las empresas. El denominado tax planning que lleva a cabo el asesor fiscal en coordinación con el director financiero, consiste en planificar a largo plazo la estrategia fiscal de la compañía mediante acciones continuas o puntuales que, dentro de la normativa, permiten reducir el volumen de impuestos.
- Información estratégica: Relacionado con los puntos anteriores, el asesoramiento fiscal y contable permite detectar con antelación oportunidades y riesgos tributarios y financieros, lo que ayuda a tomar decisiones estratégicas informadas como pueden ser la diversificación de la actividad en otras líneas de negocio, los lugares más apropiados para la internacionalización o qué productos, materias primas o proveedores pueden ser más rentables para la compañía.
- Control y asesoramiento de costes: Aunque parece un trabajo exclusivo del director financiero o el responsable de compras de una empresa, un servicio de asesoramiento fiscal y contable lleva un registro detallado de los gastos en los que incurre el negocio de forma habitual y de cuáles son o no deducibles, por lo que el asesor fiscal puede resultar clave en la identificación de áreas de reducción de costes según su carga fiscal.
- Deducciones y bonificaciones: Las ventajas fiscales ofrecidas tanto a nivel estatal como autonómico suponen a menudo una gran diferencia en el balance de una compañía. El asesoramiento fiscal y contable no solo permite contabilizar correctamente estás ventajas para aplicar la deducción, sino que la labor de un buen asesor fiscal es señalarlas de antemano para incluirlas en la planificación fiscal a largo plazo.
- Subvenciones: Del mismo modo que ocurre con las deducciones y bonificaciones, las subvenciones públicas concedidas por la administración son un gran aliciente para la inversión. Un buen asesor fiscal informa a sus empresas cliente sobre las convocatorias abiertas y aplicables según la región, el sector de actividad o características de la empresa, pero el trabajo de asesoramiento fiscal no termina ahí, sino que lleva a cabo la completa tramitación de la solicitud y la justificación posterior de las ayudas.
- Representación ante la administración: El asesor fiscal actúa como representante de la empresa o profesional ante cualquier notificación, requerimiento o inspección de la administración tributaria, aportando su conocimiento sobre la normativa fiscal y velando por los intereses de sus clientes. Aunque lo ideal es que mediante una consistente labor de tax compliance, no sea necesario llegar a este punto, cuando es necesario, la asesoría fiscal lleva a cabo el planteamiento y defensa de su cliente a través de recursos y reclamaciones en vía administrativa, económica-administrativa y contenciosa.
Resulta obvio indicar que no todos los asesores fiscales están en disposición de ofrecer todos estos servicios, ya que depende de su área de especialización o capacidad de formación continua, además del tamaño de la asesoría o su carga de trabajo.
El área de Asesoramiento Fiscal de MOORE España está formado por expertos en asesoría fiscal especializados en la cumplimentación y tramitación de tributos con todas las garantías, pero también en el resto de servicios como la planificación fiscal, las decisiones estratégicas o la representación administrativa. Además, el carácter multidisciplinar de la firma de servicios profesionales MOORE España permite combinar el conocimiento en asesoría fiscal con las áreas de contabilidad, legal, laboral, auditoría, etc., brindando un apoyo completo a sus empresas cliente.