El final de año es una época ajetreada para las asesorías contables y fiscales y para todas aquellas empresas cuyo ejercicio fiscal coincide con el año natural. Se trata del momento en que deben realizarse las últimas operaciones destinadas a cuadrar las cuentas y optimizar la carga fiscal de la compañía.

Las empresas que llevan la contabilidad al día pueden prever cuál será el balance final y el volumen de impuestos a abonar el próximo año, lo que permite tomar decisiones estratégicas con el fin de reducir la base imponible del ejercicio o, por el contrario, trasladar ciertos aspectos al siguiente. En este artículo te agrupamos algunas de las acciones “de última hora” convenientes para optimizar la carga fiscal y facilitar la presentación de cuentas.:

1. Gastos deducibles

Todo gasto deducible contribuye a reducir la base imponible que determinará la carga fiscal del ejercicio, es por ello que resulta de gran importancia recabar y reclamar a los proveedores todas aquellas facturas y justificantes de gastos, por pequeños que sean, para que estén convenientemente pagados y contabilizados en el año fiscal. En este sentido es conveniente recordar que, por norma general, debe aplicarse el principio de devengo, es decir, contabilizar el gasto en el momento en el que se recibió el servicio o producto, aunque la factura y el pago se retrasen al siguiente ejercicio, pero hacerlo coincidir todo en un mismo año ayuda a clarificar las cuentas.

Por esto mismo, conviene escoger bien la fecha, antes o después del 31 de diciembre, para realizar compras de última hora de existencias y consumos de explotación que pueden ayudar a reducir la base imponible del presente ejercicio o trasladar la reducción al siguiente.

Además, el final de año es un momento propicio para, según el balance de beneficios, realizar contribuciones extraordinarias a planes de previsión social para los empleados, o para el propio empresario en el caso de los trabajadores autónomos, acciones que reducen la base imponible del ejercicio.

De la misma manera, es un buen momento para decidir, según la previsión contable, qué cantidades pueden donarse a entidades sin ánimo de lucro como parte del programa ESG de la compañía con el consiguiente derecho a deducción fiscal.

• Inversiones

De forma similar a los gastos menores, adelantar o retrasar la compra de bienes de inversión como maquinaria o equipos informáticos de gran valor antes o después del cierre de año puede suponer una diferencia en la base imponible de cara al momento de iniciar su amortización y, sobre todo, en la desgravación del IVA.

Sin embargo, es aún más importante revisar las amortizaciones pendientes, ya que las reglas de amortización permiten acelerar o ajustar los coeficientes en determinadas circunstancias, lo que hace posible amortizar los bienes existentes a un ritmo distinto del lineal según los intereses de la empresa.

Dentro del apartado de inversiones podemos mencionar también las dinerarias, ya que el final de año es un buen momento para compensar las pérdidas y ganancias en la transmisión de elementos patrimoniales como acciones o participaciones de fondos de inversión. Además, invertir el exceso de beneficios en sociedades de reciente creación da derecho a deducción.

• Ingresos

De la misma manera que ocurre con los pagos, es necesario controlar los ingresos del ejercicio como, por ejemplo, revisar el cobro adelantado por servicios que se prestarán después del 31 de diciembre, ya que, siguiendo de nuevo el principio de devengo, deben ser imputados en el siguiente ejercicio y no en este, de lo contrario se estaría aumentando de manera ficticia la base imponible.

En el caso de servicios de larga duración que empiezan en un ejercicio y terminan en otro, los ingresos pueden periodificarse para evitar concentrar el ingreso en un solo ejercicio y así ajustar la base imponible a la realidad. Esto no es una estrategia de ahorro, sino de cumplimiento que evita pagar impuestos anticipadamente.

Por otra parte, en cuanto a los ingresos pendientes de cobro, es necesario crear o actualizar las provisiones por insolvencia, es decir, revisar aquellos pagos pendientes que, por su antigüedad o por su situación legal, corren el riesgo de no cobrarse y por tanto pueden provisionarse como gasto deducible.

• Depurar Cuentas Contables

Para tener unas cuentas ajustadas a la realidad, conviene comprobar la situación del inventario existente antes de final de año para considerar su variación: el descarte de stock obsoleto, dañado o con difícil salida puede anotarse como una pérdida fiscalmente deducible y establecer una cuenta de activos más realista.

Por otra parte, conviene realizar otras comprobaciones antes del cierre del año para evitar problemas futuros como verificar que los saldos contables coinciden con los saldos bancarios a 31 de diciembre o, en su defecto, hacer los ajustes necesarios para ello antes del cierre. O también asegurar que cualquier movimiento de fondos entre socios o empresas del grupo esté debidamente documentado para evitar problemas en una inspección.

Lo ideal es que todas estas y otras acciones destinadas clarificar las cuentas y reducir o trasladar la carga fiscal se lleven a cabo de una forma planificada, no improvisada, mediante un tax planning continuo y partiendo de una visión amplia del estado financiero de la compañía con unas cuentas convenientemente actualizados y sin errores. Además, cualquier acción debe realizarse respetando la regulación tributaria aplicable para asegurar el cumplimiento normativo requerido a la compañía. Para ello es indispensable contar con expertos en materia fiscal capaces de asesorar a la empresa o profesional en cada uno de los aspectos a tener en cuenta.

Las áreas de Asesoramiento Tributario y Asesoramiento Contable de MOORE España cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios en ambas tareas para poder ayudar a sus clientes a prepararse para el cierre de año. El trabajo llevado a cabo durante todo el año por el equipo de profesionales de MOORE, basado en la planificación fiscal y la correcta contabilidad, es una garantía para llevar a cabo con éxito y sin riesgos el cierre de año fiscal y contable.